jueves, 8 de diciembre de 2011

El año de las sorpresas!

Haciendo un repaso general de las grandes pruebas del calendario anual de la temporada observo muchas decepciones, victorias esperadas y otras no tan esperadas. De hecho se puede decir que las sorpresas han sido una tónica general de todo el año. 


Se pueden dar por contadas las victorias de los máximos favoritos en las grandes pruebas de un día o de tres semanas del año, la más significativa es la de Alberto Contador en el Giro, dónde partía como máximo favorito y dónde logró la victoria de una manera exultante.




Otra de las victorias esperadas fueron el monólogo que ha hecho P. Gilbert durante toda la temporada y más en el tríptico de las Ardenas, con sus victorias consecutivas en la Flecha Valona, la Amstel Gold Race y la Lieja Bastogne Lieja. El belga ha estado durante todo el año en un estado de forma insuperable en muchas ocasiones (añadiendo a sus palmarés la Montepaschi, la Clásica de San Sebastián, el nacional de su país, etapa y liderato en el Tour, etc...)


En el Tour de Francia había una terna de candidatos claros para la victoria final como eran el mismo Alberto Contador (dónde había mucha expectación por ver su recuperación tras los esfuerzos del Giro) el pequeño de los Schleck y Cadel Evans. Los demás estarían en la lucha del podio pero se veía que la victoria final les podía quedar grande (Iván Basso, Samuel Sánchez, Frank Schleck, Brandley Wiggins, etc..) Todo el mundo miraba al pequeño luxemburgués, que viendo la mala suerte y el cansancio del pinteño lo tenía mejor que nunca, pero el australiano Cadel Evans fue haciendo la carrera a su manera, sin gastar fuerzas innecesariamente y pasó al ataque cuando lo tenía qué hacer (prácticamente él sólo redujo la mitad de la ventaja que tenía Andy Schleck en su ataque en el Galibier) Tras varios intentos fallidos y varios puestos en el podio, por fín Evans pudo alcanzar su sueño y su victoria no se puede catalogar como de sorpresa.


Otra de las victorias más que esperadas fue la de M. Cavendish en el mundial. Era un recorrido hecho a su medida y la selección británica realizó un trabajo para enmarcar de cara a su jefe de filas y en la que el mejor sprinter del momento sin duda no defraudó a nadie.


Para terminar, la victoria de Wiggins en la Duaphiné no es que se pueda dar cómo totalmente esperada, pero tampoco es una sorpresa demasiado llamativa. Si pudo sorprender que el británico pasara sin excesivos problemas puertos "Tour", pero está claro que clase y calidad tiene por los cuatro costados.


Una vez vistas las victorias esperadas, vamos a las victorias totalmente inesperadas y que en este año en los grandes monumentos ha sido lo habitual. Empezamos por la Milán San Remo, dónde el HTC M.Goss sorprendió a muchos batiendo a Fabián Cancellara en el sprint final, tras comprobar que ninguno de los movimientos en el Poggio llegara a buen puerto. También podemos considerar como de sorpresa la victoria del alemán Tony Martín, aunque luego sus otros triunfos tanto en el Tour, Vuelta a España y en el Mundial CRI no han hecho más que reforzar el paso adelante dado por el corredor y mostrar definitivamente sus cartas para futuros años.


En dos de las tres clásicas más prestigiosas e históricas es dónde creo se produjeron las victorias más inesperadas por todo el mundo. Tanto en Flandes, como en Roubaix, todos los ojos se dirigían a los Cancellara, Bonnen, Flecha, Hushovd, Chavanel, incluso a Gilbert, a Ballan, etc... a los corredores que están todos los años en la pomada, sin embargo ninguno de ellos se llevó el gato al agua. 
En Flandes, Chavanel iba por delante y se las prometía muy felices, sin embargo un estúpido movimiento de su compañero Bonnen, propició que Cancellara fuera hacia adelante en busca del francés, logró alcanzarle, pero fueron cogidos por el grupo delantero, que tras unos pequeños ataques llegaron a los dos últimos kilómetros todos juntos, allí Cancellara volvió a ser protagonista llevándose consigo de nuevo a Chavanel y al Saxo Bank Nick Nuyens, que fue el sorprendente ganador de la prueba. Para muchos, estos vencedores no están a la altura del nombre de la prueba. A todos nos gusta que ganen los grandes, pero estaréis de acuerdo conmigo en que en pruebas tan largas y duras nadie regala nada a nadie y los vencedores suelen ser merecidos.


En Roubaix la historia fue distinta. Un grupo delantero en cabeza, el grupo de los capos anda por detrás a escasos segundos pero ninguno se decide a derrochar fuerzas en su caza y captura, el marcaje táctico a Cancellara pasará a la historia, sobre todo el de Thor Hushovd, que provocó que Cancellara literalmente se parara casi sobre la bicicleta. Al final las indecisiones provocan que Johan Van Summeren vea su momento y vuele hacia la victoria en el velódromo, una victoria que ni el más loco podría haber adivinado.


Siguiendo con los monumentos la victoria de Oliver Zaugg en Lombardía también se puede catalogar  de sorpresa, el estreno del corredor del Leopard no se podía haber realizado en una prueba tan especial como en la clásica de las hojas muertas. Aprovechó su nombre de "bajo perfíl" para realizar un ataque que nadie tuvo en cuenta para llegar en solitario por escasa diferencia. Luego Purito Rodríguez admitió que ninguno había puesto toda su voluntad para cazar al suizo. 
En la Paris Tours logró imponerse G. Van Avermaet que se puede catalogar de nuevo como sorpresa.


No sólo sorpresas iban a ser las victorias en las clásicas, sino que también en una de las grandes pruebas del calendario se iba a producir una victoria totalmente inesperada, como la de Juanjo Cobo en la Vuelta a España. En la línea de salida de Benidorm, nadie daba un duro por él, pero ese papel al cántabro le vino que ni pintado. Todas las miradas se centraban en Brandley Wiggins, en Dennis Menchov, en Vicenzo Nibali, Michele Scarponi, Purito Rodríguez e Igor Antón. Dado el recorrido de la ronda española de ese año, los escaladores dominaban los puestos de honor entre los favoritos. No obstante esos favoritos fueron cayendo uno a uno y al final los dos protagonistas de la prueba fueron dos inesperados, uno por ser casi desconocido como el Sky Chris Froome y otro porque nadie esperaba su "reaparición" como la de Cobo.






Pero no por inesperada iba a ser menos brillante la victoria del cántabro donde dio una exhibición en el Angliru de las marcan época (recordando otras grandes gestas como las del desaparecido Chava Jiménez) y en la defensa de su liderato sobre todo en Peña Cabarga, dónde tanto Froome como Cobo llegaron exhaustos.


A ver qué nos depara el año qué viene, si nos confirman que las sorpresas seguirán siendo una tónica o dónde los favoritos ejercerán su dominio.


Un saludo para tod@s, espero que os haya gustado!