Arrancamos el sábado por la mañana, con todo preparado, rumbo a la capital vizcaina. Amaneció lloviendo en Valladolid y de hecho hasta unos cuántos km pasado Burgos continuó cayendo agua. A ritmo tranquilo pronto llegamos a Bilbao y llevamos todos los trastos al hotel. Enseguida se nos hizo la hora de comer.
Por la tarde, mi hermano y yo quedamos con nuestro amigo Lolo, el jefe de Asturias jeje que había ido con su familia y con Jorge, un amigo suyo, más su pareja.
Estuvimos tomando unas cervecillas y dando un paseo y pronto para el hotel que al día siguiente tocaba muy temprano el despertador.
Amaneció el cielo encapotado, pero con buena temperatura. El termómetro rondaba los 11-12º. De momento no llovía y teníamos la esperanza de que las previsiones más negativas no se fueran a cumplir, pero bueno al final nos mojamos, menos de lo que cabía esperar, pero llegamos a la Gran Vía pasamos por agua.
El día comenzó con que Lolo y yo perdimos a Fernando y a Jorge. Por un malentendido ellos salieron a las 8h y nosotros no les vimos. Nos quedamos un rato esperándoles y al final salimos más tarde. Al ver que no nos encontrábamos nos llamamos por teléfono. Una vez localizados ya nos reagrupamos. El ritmo los primeros kilómetros es lento, aunque en esta edición no se producen las típicas aglomeraciones en las que hay que echar pie a tierra.
Pronto los primeros repechos para ir entrando en calor y en lo que menos que canta un gallo llegamos a Plentzia y un poco más tarde nos disponemos a subir Umbe. Los primeros compases ni me doy cuenta de que lo estamos subiendo, es muy tendido y se sube muy bien. En el descenso de Umbe Jorge pincha y paramos a esperarle. No tardamos mucho, pero al ser descenso nos adelantan bastantes cicloturistas.
Reanudamos la marcha, para coger fuerzas en el Polígono de Zamudio, en el avituallamiento. Se nota que en esta edición hay menos participantes, porque hay bastante menos aglomeración.
Reanudamos la marcha y vemos que se levanta el aire y además da un poco de cara. Vamos a nuestro ritmo, sabiendo que queda lo más duro. Vamos remontando a gente, sobre todo subiendo Gerekiz, que ya algún cicloturista va sufriendo más de la cuenta. En el descenso de este alto pincha Lolo, y también paramos a esperarle. (Estos asturianos no saben hinchar las ruedas jaja) Este pinchazo nos corta bastante el ritmo, además que empieza a llover y hace que nos quedemos un poco fríos.
Arrancamos, ya con bastantes gente que nos volvió a adelantar,
Como comentaba anteriormente, se puso a llover y no tomamos ningún riesgo. Subimos ya la última ascensión del día, Morga, que a la vez es el más duro de todos. Tranquilamente, subimos a ritmo los cuatro. Coronamos y bien abrigaditos ya para abajo. Con cuidado, sobre todo en un par de curvas peligrosas, enseguida llegamos a Galdakao y ahí en el llano camino a Bilbao. Se conoce que teníamos fuerza porque en una de las ocasiones miré al Garmin e íbamos casi en plato a 35km/h jeje
Llegamos a Bilbao dónde subí bastante bien los últimos repechos y así finalizamos la Marcha. Recibimos con gusto el trofeo conmemorativo de la 25ª edición y muy contentos por no haber sufrido ningún percance más allá de los inoportunos pinchazos.
Agradecer a todos los organizadores y voluntarios de la carrera su labor, felicitándoles además por el ambiente que se vive en esta marcha.
De manera personal, muy contento con la experiencia y con las sensaciones. Rodé fácil toda la Marcha, tanto en el llano como subiendo, llegué a Bilbao bastante suelto y poco cascado. Eso, a pesar de la lluvía pues es para estar contento. Me lo pasé genial, tanto el sábado como el domingo con Jorge y con Lolo (a mi hermano ya le tengo muy visto jejeje) y ya deseando repetir en otras marchas.
Un saludo para tod@s
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